miércoles, 25 de noviembre de 2020

¡Que buene!...cuando la realidad es "algo distinta"

 -          ¡Qué buene! ¡Una maquina del tiempe! – se felicitaron al encontrar el artefacto en el laboratorio de física.

-         -  Vamos –

-          - ¿A dónde? –

-          - Al siglo XIX a combatir el machismo patriarcal –

-          - ¡Buenisime! ¿Qué ciudad te gusta? –

-          - Cualquiera, las mujeres están oprimidas en todos lados –

 

El día, caluroso, la ponía de mal humor.

Estaba trajinando desde la antes del amanecer y anhelaba dormir la siesta.

Le quedaban un par de horas hasta que el Manuel regresara de los corrales…pobre, no le envidiaba estar lidiando con los animales con estos calores.

Aprovechando que los chicos no estaban, (baya a saber una donde andarían esos demonios) se tiro en la cama, en el oscuro interior de la habitación de altos techos había una reconfortante sensación de frescura que invitaba al descanso.

Ni bien se quito las faldas y apoyo la cabeza en la almohada se quedo dormida.

En eso estaba cuando una luz azul invadió la estancia y un par de figuras se corporizaron delante de ella. Asustada tomó el crucifijo y se santiguo.

-          Buenas tardes señore – saludó uno de los seres, que por su aspecto no dejaba saber si era hombre o mujer.

-          ¿Que son ustedes? – tartamudeó cuando pudo pronunciar palabra.

-          Somes humanes del future –

-          ¿Qué? –

-          Venimes del sigle veintiune a liberarte –

-          ¿Qué? –

-          Ese mujer, ¡eres libre! – exclamó exultante uno de los seres.

-          ¿Libre? ¿de qué habla? Jamás en mi vida fui esclava de nadie –

-          Si, si le has side. Eres esclave de les hombres –

-          ¿Esclava yo? ¿De un hombre? No ha nacido el que pueda con migo – río con todas sus fuerzas, ya bastante molesta por estar perdiendo su preciado descanso.

-          ¿Ves? El machisme es tan grande que ni se da cuenta – dijo uno de los seres al otro

-          ¿Qué dicen?¿En qué idioma hablan? – se preguntó la mujer tomando fuerte su crucifijo - ¿no serán demonios? -

-          ¿Demonies? Esas cosas no existen. Son otro invente más de los maches para sojuzgarte – Trató de explicar el ser que estaba más cerca de ella

-          ¿No son demonios? – preguntó de nuevo mientras ponía el crucifijo bajo la almohada

-          No –

-          ¡Entonces se me van de acá ya! – ordenó mientras mostraba ostensiblemente el rifle con que acaba de reemplazar el crucifijo.

      A las desesperadas los viajeros del tiempo desparecieron del lugar.

-          Venir a interrumpir el descanso de una así como así – refunfuñó mientras trataba de recuperar el sueño – Tuvieron suerte – meditó – El Manolo no la habría sacado tan barata…jejeje, pero también es cierto que jamás se atrevería a cortarme la siesta – sonrió antes de dejar escapar el primer ronquido.

© Omar R. La Rosa

24 Nov 2020