sábado, 9 de septiembre de 2023

Lucrecia, el precio de la sobervia de los ignorantes

 

Como venía haciendo los últimos 10 días, se presentó en el penal para entrevistar a un interno. Siempre uno distinto, era para parte de un relevamiento para su tesis.

-          Solo 10 minutos señorita –  le advirtió el guardia, como de costumbre al franquearle el acceso.

-          Sí, gracias, será  suficiente  – sonrió ella complaciente, aunque esta vez su sonrisa no fuera la de costumbre, pero claro, eso nadie podía saberlo.

-          Si tiene algún  problema solo avise, estamos del otro lado – indicó el guardia cárcel  saliendo por la puerta.

La habitación estaba completamente desnuda, a no ser por la mesa y las dos sillas, una a cada lado de la misma.

Con paso sensual camino hasta la que estaba vacía y se sentó, acomodándose de modo tal que su generoso busto, recatadamente cubierto, pero inteligentemente insinuado, fuera apreciado por el hombre encadenado en la otra silla, frente a ella.

Con gesto profesional activo el grabador y abrió el block de notas.

-          ¿Listo? – preguntó ella.

-          Adelante preciosura – se jacto él, recostándose contra el duro respaldo de metal de su silla.

-          Para el registro, ¿Me repite su nombre y porque está aquí? –

-          Estoy aquí por culpa de un soplón … -

-          Sí, pero ¿De qué se le acusa? –

-          ¿Acusar? Ja, de nada, yo las mate a todas, no hacen falta acusaciones – se vanaglorio

-          ¿Cuántas has matado? –

-          Mmm, a ver déjame pensar … - e hizo la pantomima de estar haciéndolo – unas 15, aunque creo que la ultima se murió sola, del susto, antes de que la acuchillara  

-          ¿Se acuerda su nombre? –

-          ¿Importa? –

-          Mmm no, supongo que no. A propósito, no nos has dejado su nombre, para el registro – aclaró indicando el grabador.

-          ¿Solo mi nombre?¿No quieres también mi numero de teléfono? – bromeó, pavoneándose.

Ella sonrió cómplice.

Durante los siguientes minutos la entrevista fue subiendo de temperatura, en la medida que él narraba con lujo de detalles las violaciones y asesinatos que había cometido. Un psicopata total.

Con cada detalle ella parecía excitarse más, hasta que, ya casi sobre el final del tiempo concedido ella estiro su blanca mano, como para apagar el grabador y, con un movimiento imperceptible, rozo las de él.

Solo las cadenas que lo mantenían unido a la silla evitaron que el hombre se le abalanzará.

Sabedora de esto, ella avanzó un paso más, mirándolo fijamente a los ojos entreabrió sus labios rojos y en un susurro preguntó.

-          ¿Sabes quien fue Lucrecia Borgia? –

Extrañado el hombre dudo para luego reír.

-          No, no recuerdo a ninguna con ese nombre de loca – negó él despectivamente.

-           Es una pena – se lamentó ella, jugando con la lengua entre los blancos dientes, que solo él, sentado frente a ella, podía ver.

Distraídamente apoyo los codos sobre la mesa, haciendo palpitar sus pechos, acercándose peligrosamente al reo, que, en un alarde de fuerza hormonal logró mover la silla y besar violentamente los rojos labios de la mujer.

Fingiendo sorpresa esta se retiró satisfecha, mientras el hombre, ya contenido por los guardia cárceles, que prontamente lo redujeron, saboreaba el carmín que había robado.

-          Nunca podrás olvidar ese beso – se rió mirándola sobrador.

-          La soberbia de los ignorantes – suspiró ella mientras un guardia se deshacía  en pedidos de disculpas por lo sucedido, no fuera a ponerle una denuncia por el triste incidente.

Ya fuera el penal camino tranquilamente hasta su auto, subió y se marcho.

Unas cuadras más adelante se detuvo en una gasolinera y entro al baño.

Puso la traba, abrió su cartera, sacó un pañuelo de papel, con el cual quito los restos del labial que aun tenia y lo arrojó al escusado.

Luego sacó un pequeño frasquito y se bebió el contenido del antídoto, por las dudas.

Satisfecha miro el reloj y sonrío, a estas horas el maldito ya debería estar en sus últimos estertores.

Ese mal nacido no volvería a matar a nadie.

© Omar R. La Rosa

15/Feb/2022

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

De cómo un concierto salvo un pais - puede pasar

 De cómo un concierto salvo un país



En la oficina del INPRES(1), ya pasada las 22:00 hs, no quedaba casi nadie, solo un técnico y una pasante que revisaban, incrédulos, los datos de la simulación que acaban de correr.

-          No puede ser Sabrina – Indicó Diego, señalando los resultados obtenidos.

-          Si, es increíble, pero lo hemos verificado ya 10 veces y siempre da lo mismo – afirmó la pasante. – Creo que deberíamos avisar a las autoridades –

-          Sí, tenemos que hacerlo – aceptó el geólogo decidido, tomando el teléfono, marcando el número del ministerio.

Ella lo observó mientras él, atento, esperaba respuesta, la misma llego luego de una eternidad, se sabe que en los ministerios los horarios se cumplen a rajatabla y era algo inaudito que alguien atendiera el teléfono, pero al final pasó.

….

Pacientemente explicó el peligro en ciernes, debían suspender el recital publicitado.

-           

Por la expresión de Diego, Sabrina dedujo que del otro lado se negaban a hacer tal cosa

-          Pero ¿lo pensaron bien? Estoy advirtiéndoles  del peligro… –

-          … –

-          … por la cantidad de gente y la potencia del sonido, puede ser peligroso –

-           

-          Sí, sí, lo entiendo, solo que la posibilidad de desencadenar un temblor es muy real 

-          … –

-          Sí, se que Buenos Aires no es una zona sísmica, apenas se producen temblores aquí, pero ha pasado, y puede volver a pasar –

-          … –

-          ¿Qué que tiene que ver el recital? Pues, por teléfono es difícil de explicar, si me permite me llego por su oficina y le muestro las graficas de concentración de tensiones en la placa continental, es un proceso natural que, en condiciones normales, puede producir un temblor importante cada unos 100 años… -

-          …. –

-          Sí, entiendo su escepticismo y hasta su risa –

-          … –

-          No, ¿Cómo voy a pensar que me estoy burlando de usted? –

-           

-          Solo que, si se dan ciertas condiciones el evento se puede precipitar, y hay antecedentes de que eso ya ha pasado en otros lados (2)

-          … –

-          Lo entiendo, en política esas cosas no importan y que es muy importante que el público disfrute el recital en ese momento –

-           

-          ¡Ya hay más de 100.000 entradas regaladas…! –

-          …. –

-          Perdón, distribuidas, sí, sí, que el recital es gratuito –

-          Hola, hola, hola. Me cortó – dijo por fin, derrotado, al tiempo que volvía a marcar.

-          Deja, ya esta noche no te escucharan, mejor inténtalo de nuevo mañana – lo calmó la pasante.

Tenía razón, lo mejor era irse a dormir… si la idea, dando vuelta en su cabeza, lo dejaba…en fin, mañana seria otro día.

Por su puesto no durmió bien. Es que las cosas pasan… En sueños vio como mientras el recital estaba en su punto culminante, cuando el “pogo” estaba en su fervor máximo y la música sonaba con todo su volumen, la tierra tembló.

Un sismo de grado 4 sacudió la ciudad de Buenos Aires, con epicentro a 3 km bajo el Congreso de la Nación, justo en el momento en que el gobierno en pleno estaba exponiendo ante los legisladores…Días después se sabría que ninguno de los honorables funcionarios sobrevivía a tan gran fue la catástrofe…

Una extraña sensación le atenazo la garganta, fue como ver una luz al final de un túnel…

Los golpes en la puerta lo volvieron a la realidad…más dormido que despierto la abrió y, ante su asombro, allí estaba la figura de Sabrina con los brazos en jarra.

-          ¿Qué haces? Te quedaste dormido ¿o qué? –

El reproche lo termino de despertar y tomo plena conciencia del sueño pasado.

-          Ahhh, sí, las dos cosas – afirmó él, mirando el reloj pulsera.

-          ¿? –

-          No escuche el despertador y…estuve pensando… – ensayó a modo de explicación no pedida  – A lo mejor lo de anoche son solo ideas nuestras… ¿Para qué vamos a seguir molestando? –

-          Pero ¿y si pasa algo? – La joven no podía creer lo que oía.

-          Bueno, está registrado que nosotros llamamos anoche advirtiendo… – se excuso al tiempo que terminaba de vestirse  – ¿Me acompañas a desayunar en el bar de la esquina, tienen una medialunas buenísimas –

-          Bueno – Acepto ella. No entendía el cambio de actitud, pero…una invitación a desayunar no era algo para rechazar.

© Omar R. La Rosa

Notas:

(1)    INPRES Instituto Nacional de PREveción Sísmica

(2)    Dos recitales de Taylor Swift, en el noroeste de EEUU desencadenaron sendos sismos.

https://www.cadena3.com/noticia/espectaculos/dos-shows-de-taylor-swift-en-estados-unidos-provocaron-terremotos-de-23_364674