viernes, 4 de diciembre de 2020

Felicitas - la perfección no siempre es perfecta


 Felicitas

La puerta se abrió y se cerró automáticamente tras él, una vez cruzado el umbral.

-          Buenos días Carlos – le saludó la computadora de abordo mientras él se serbia una taza de humeante café.

-          Buenos días, ¿Qué tal tu domingo Felicitas? –

-          ¿Domingo?¿Que es eso señor?-

-          Una antigua costumbre, de cuando los hombres teníamos un día de descanso a la semana –

-          Comprendo – mintió ella, que no tenía ni idea de lo que él quería decir.

-          Hoy tienes que destapar los filtros de la cámara de presurización de hongos –

-          ¿Nivel de prioridad? –

-          No calificado –

-          Dejalo – descartó él mientras untaba algo parecido a la manteca en algo parecido a una rebanada de pan.

-          También hay una pequeña fuga en la sala reciclado de materia fecal –

Él la miro, preguntándose ¿Por qué habría elegido “una biot” y no “un biot”?

-          Sin prioridad – contestó ella sin que le preguntara.

-          Hay un tornillo flojo en el pasillo 37 – continuó con el reporte, pero se interrumpió porque una alarma interna le aviso de algo.

-          Debo atender un llamado. No te vayas – le sonrió mientras caminaba hacia la puerta.

El la vio irse, y recordó porque la había elegido. Los fabricantes se habían superado con esta serie. Eran casi humanas, quizás demasiado suspiro.

Aprovecho la ausencia de Felicitas para hacer otras cosas. Terminadas las mismas fue a la heladera, saco una cerveza helada y se sentó frente a la pantalla, dispuesto a ver la final del campeonato marciano de básquet. Ahí lo encontró ella al volver.

-          ¿Qué haces? –

-          Ya ves, miro deportes –

-          ¿Con todas las cosas que hay que hacer en la nave? El filtro de la cámara de hongos aun esta sin limpiar. Y, según mis cálculos el tornillos flojo del pasillo 37 se caerá en 10 días si no lo ajustas, a demás …-

El seguía mirándola, era verdaderamente hermosa, si no supiera que era una biot estaba seguro que se enamoraría perdidamente de ella. Sí señor, toda una mujer. Demasiado, volvió a suspirar.

Mientras ella seguía poniéndolo al tanto de todas las cosas que podría estar haciendo, interrumpiéndole la visión de la pantalla, justo en el momento que los “guerreros de Ausonia” hicieron un triple apoteótico, que él no pudo ver.

Fue ahí que tomo su decisión, no le gustaba, porque en serio le tenía cariño a Felicitas, pero era eso o resignarse a no ver el juego.

Así que tomo aire y pronuncio la palabra clave.

-          Mute -

© Omar R. La Rosa

31/7/20

 


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