sábado, 28 de diciembre de 2019

Chocolates (relatontito de Navidad)


Bueno, pensó Salvador, ya casi es hora de irse, será cuestión de dar una última mirada, controlar que todo esté cerrado y hasta dentro de un par de días.
Apagó la computadora y salió de la oficina, listo a marcharse.
-          Angustias, ¿Usted aún aquí? –
-          Huy, es cierto, mire no más la hora que es – respondió la mujer fingiendo una sorpresa que no tenia.
-          ¿Usted tampoco tiene a donde ir verdad? – comentó Salvador con un dejo de tristeza.
-          Pues no  
-          Se nos hace difícil a los que no tenemos familia –
-          Es que sí, aunque peor la tienen algunos con unas familias que ni le cuento –
-          Jejeje, si seguro – y tomó asiento junto a ella.
-          ¿Cómo eran sus navidades, de chica, digo, de antes… bueno usted me entiende –
-          No se preocupe, que una tiene los años que tiene, aunque en este trabajo nunca se sabe –
Ambos rieron juntos.
-          Que le puedo decir, yo vivía en un pueblo pequeño, donde nunca pasaba nada ni nada alcanzaba, supongo que como en todos lados, pues bien, los recuerdos que tengo son sencillos pero agradables. ¿Y usted?, debe haber sido duro el orfanato –
-          No crea, no tanto, a pesar de todo tenía una familia, con muchos hermanos…eso sí, tampoco sobraba nada, las pobres monjas se la deberían de ver en figurillas para preparar una cena de navidad, pero de una u otra forma ahí estaba. – hizo una pausa, como recordando, para continuar con algo de ensoñación.
-          Mire lo que son las cosas, ahora que recuerdo hubo una noche muy especial, tendría yo unos 7 u 8 años, y, nunca supe cómo, alguien depositó chocolates al pie del pesebre, ¡Un chocolate!, ¿Se da cuenta? Esa cosa tan tonta que hoy puede comprar por unas monedas en cualquier tienda…creo, sin lugar a dudas, que esas fueron las mejores navidades de nuestras vidas…-
-          Sí, visto a la distancia, con que poco que éramos felices ¿Verdad? – sonrió Angustias.
-          Quizás tenga razón Alonso y el problema de esta época es que tenemos de todo –
-          Bien puede ser, en fin, ¿Vamos? – invitó Salvador.
-          ¿Eh?, no, no, vaya nomás Salvador, yo termino unas cosillas aquí y luego salgo –
-          Bueno, no se demore.- saludó el ministro, agregando - Que pase una feliz Navidad –
-          Igualmente Jefe –

Seguro que sí, ahora sabía que aunque estuviera sola esa noche tendría una linda Navidad, y sonrió feliz.
Cuando escuchó que Salvador se había ido, sacó del fondo del cajón de la derecha una cajita que ella atesoraba mucho, retiró su contenido y se marchó…a comprar chocolates en la tienda de la esquina….

¡Que de eso se trata la Navidad!
FELIZ NAVIDAD
Omar R. La Rosa
22 de Diciembre de 2019
Córdoba, Argentina


jueves, 12 de diciembre de 2019

Vida, el amor es más fuerte


VIDA
Joven, más bien pequeña de físico, de frágil apariencia, deambulaba como un colibrí saltando de un lugar a otro, llenando el ambiente con los reflejos de su luz.
Pero desde hace unos días ya no lo hace, antes bien parece haberse achicado, si esto fuera posible, sus colores brillantes se han opacado, solo sus ojos conservan el brillo que le es propio, pero no se los puede ver, tan baja lleva la cabeza
Es joven y le pasan cosas que no sabe entender, como ese niño que le crece sin saber de dónde le vino.
-          ¿Qué he de hacer? -  Se pregunta sin respuesta.
-          Fácil niña, vas y aborta – le dice la propaganda del gobierno
-          Es gratis, es tu derecho – le dice una mujer con un pañuelo verde en la muñeca
-          No quiero una loca en casa – piensa le dirá su padre, si lo encontrara
-          Aborta niña, es fácil y te sacas el problema de encima – repite Herodes desde las brumas del pasado
-          ¡Una boca más que alimentar! – piensa diría su madre si se enterara
-          Sácate eso de en sima, el estado te protege mujer –
-          ¿Matar a mi hijo? Si es tan fácil como dicen, ¿Por qué esta pena que me achica el corazón? -
-          ¿Qué he de hacer? –
Con la cabeza triste y llevando sobre sus hombros el peso de toda la humanidad, sus pasos la alejan, sus pasos la acercan y sin saber cómo se encuentra sola en el camino.
De pronto, sin saber tampoco como alguien camina a su lado
-          ¿Qué tienes? –
-          Me duele el hijo que viene –
-          ¿Por qué? Un hijo siempre es una bendición –
-          Pero estoy sola. Debería hacerle caso al doctor y abortar –
-          ¿Y qué dice el padre? –
-          No sé, no le he preguntado, me han dicho que es mi cuerpo y me decisión. A parte no lo conozco –
-          ¿El niño no tiene padre? – como toda respuesta ella bajo aun más su cabeza.
El se paro, se le puso en frente, la detuvo, con suavidad le tomo el mentón y le hizo levantar la vista.
Sus ojos se cruzaron, el mundo se detuvo y las estrellas comenzaron a alinearse.
El sonrió, ella volvió a sonreír
-          Ahora ya tiene – afirmo él muy seguro, al tiempo que le extendía la mano para saludarla, presentándose.
-          Me llamo José y soy carpintero –
-          Yo soy Maria, y aun no sé bien quien soy –
-          Pues, la madre del niño más hermoso que pueda existir –
Y juntos continuaron el camino…de la vida.

(c) Omar R. La Rosa
Córdoba -  Argentina
12 de Diciembre de 2019