martes, 3 de abril de 2018

Señales


Señales

Desde hacía años venia luchando con la idea de los viajes en el tiempo, esa había sido una de las razones para seguir doctorado en física.
Sin embargo, de a poco, conforme se familiarizo con los conceptos teóricos del espacio tiempo y la entropía, comprendió que viajar hacia atrás en el tiempo era imposible, uno no podía cruzar una puerta y así sin más aparecer en otra época. Esto al principio lo desilusionó, por un tiempo incluso considero dejar todo, hasta que un día un amigo lo introdujo en el mundo de la radio y se encontró con un enfoque distinto de las señales y como estas se propagan. Las señales y su propagación eran la llave de todo.
Y así tuvo su epifanía, una vez vista la idea se transformo en el objeto de su vida, o casi, pues tuvo la suerte de conocer una hermosa mujer, que por alguna razón se fijo en él y eso lo salvo de la locura, pero no de los burócratas.
Estacionó el móvil en el jardín, bajo de él hablando solo, y hablando solo entro en la casa.
-        No entiendo como no me entienden, si es tan sencillo – se quejó amargamente, como descargando las tensiones de la agotadora reunión con la comisión de presupuesto, de la que acababa de salir.
-        Es que los otros no saben lo que tu querido – lo consoló su mujer, siempre tan amorosa y comprensible, mientras le acercaba un vaso con agua.
-        Pero no lo puedo creer, ¿Cómo no se dan cuenta?, si es lo más lógico, mira… - diciendo y haciendo, desplego planos sobre la mesa, abrió archivos en la computadora y comenzó a contarle su teoría…ella lo escuchó sin entender nada pero con gran ternura, no era fácil ser la esposa de un físico teórico tan brillante
-         ….la pregunta a contestar es ¿Qué pasa con las cosas que pasan? – ella asintió como si entendiera
-        ¿Se desvanecen acaso? ¿desaparecen así sin más? -
-        Pues  no, lo que pasa es que la información se aparta de nosotros, viajando a una velocidad ligeramente inferior a la de la luz en el vacío, mientras se encuentra en la tierra, lo que es despreciable, y a la máxima velocidad una vez que abandona nuestra atmosfera.- siguió
-        ¿Cómo me explico? – se cuestiono - Por ejemplo, todo el mundo comprende (si es que no lo sabe) que la luz del sol, que se encuentra a unos 150 millones de kilómetros de nosotros, tarda unos 8 minutos en llegar a la tierra. Es decir, nosotros no vemos el sol como es, si no como era hace 8 minutos….- dejo la idea flotando en el aire
-        Bueno, de la misma manera, si alguien nos observase desde una distancia similar, no nos vería como somos si no como éramos…-
-        Aja – asintió ella algo tontamente
-        Bien, así las cosas es fácil entender que cuanto más lejos estemos, más tiempo tardara la información en llegarnos, y por lo tanto lo que veríamos seria cada vez más antiguo Es decir, técnicamente podríamos ver nuestro pasado, sería como tener el famoso “cronoscopio” de los cuentos de ciencia ficción…- y se quedó en silencio
-        Pero… – inquirió ella –… te has quedado callado, eso quiere decir que hay un pero…-
-        Así es, el problema es que para poder ver lo que paso deberíamos adelantarnos a la señal que genero, y eso significa que deberíamos alejarnos de aquí a una velocidad mayor a la de la luz…-
-        Lo cual no es posible  – completo ella, ufana de poder comentar correctamente algo del trabajo de él
-        Correcto, pero – y este “pero” tuvo otro tono, no de negación si no de esperanza
-        Pero, la información no se detiene, solo se atenúa, pero nunca definitivamente, siempre será posible detectar un trazo de los datos contenidos en ella por esa razón es que hemos sido capaces de detectar, por ejemplo, el origen del universo a partir de la radiación de fondo –
-        Claro – en esta afirmación ya no tenía seguridad
-        Entonces como, según parece, no es descabellado pensar en un universo esférico, en teoría cualquier cosa que salga desde la tierra, tarde o temprano volverá a ella – Y abrió los ojos grandemente, mirando hacia adentro a lo más profundo de las implicancias de su comentario
-        Eso quiere decir que lo que pasó está ahí, viajando a través del universo esperando a volver a nosotros y que podamos verlo – e hizo un gran círculo con la mano
-        Solo es necesario poder sintonizarlo, porque claro, las señales tienen que ser muy débiles y seguramente se enmascaran en todo el ruido que hace el universo – se paró y camino por la sala, con las manos atrás, sumido en vaya a saber uno que pensamientos.
Ella lo siguió con la mirada.
Luego de un par de vueltas él se sentó a su lado
-        Sin embargo no he podido captar nada – asumió derrotado
-        He modificado los circuitos, mejorado la sensibilidad, ajustado los decodificadores y nada…- se excusó.
-        Y por eso ellos no te creen… – aventuró comprensiva
-        Así es, y por eso se niegan a darme más fondos – suspiró y continuo
-        Lo peor es que no logro imaginarme porque no detecto ninguna señal –
-        Sencillo cariño…- le dijo ella mientras le acariciaba la cabeza con gesto maternal – es que el universo es muy grande y esas señales aun no llegan… – completo la frase con femenina lógica.
Él la miro con ojos desorbitados, pero a ella no le importo, ya estaba emitiendo señales, esas señales que no importaba que distancias recorrieran, ni que tan viejas fueran, siempre habían llegado. Llegaban y seguirían llegando mientras la humanidad siguiera siendo humana.
Esas señales no se podían ignorar porque era peligroso. 
El paso sensual con que ella se dirigía al dormitorio era un imperativo atávico.
Sonrió con malicia al pensar la envidia que le daría a un observador  futuro que sintonizara estas señales.


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