El estornudo
Una mudanza es siempre un incordio.
Ahí estaba Angustias, parada en la puerta de su oficina.
Todo lleno de cajas sin abrir.
Las puertas temporales todas acomodaditas, una tras la
otra, numeradas, esperando el momento de ser instaladas.
Todo lleno de tierra.
Plumero en mano se puso a acomodar quitando el polvo
-
¡Achust¡ -
El inevitable estornudo le llego
de improviso haciéndola retroceder, golpeando con fuerza contra una de las
puertas del tiempo.
Sin abrir los ojos pudo oír como
golpeaban unas contra otras al caer, como en un domino.
Cuando el estruendo ceso se animo
a ver
En el pasillo había un desparramo
de puertas sin número y de números sin puertas
-
¿Cómo hare para poner el número correcto en cada
puerta antes que lleguen las patrullas? – se cuestiono desesperada.
© Omar R. La Rosa
Córdoba – Argentina
29 de Febrero de 2020
continua en "tiempo de Aquelarre" https://ytusarg.blogspot.com/search?updated-max=2020-03-12T19:53:00-03:00&max-results=10
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