En el relato de la semana recordamos un viejo proverbio que reza "sin un problema tiene solución, no es problema, y, si no la tiene, ¿para que hacercese problema?"
Nota: este relato no forma parte de la antologia el sol apagado y otros cuentos (https://www.amazon.es/dp/B0B5VM5X5L) pero sin duda estara en la prixima
Pragmatismo
El ayudante del observatorio estaba en un tris, observando como el jefe corroboraba sus observaciones.
– ¿Qué piensa profesor? – preguntó al final cuando la tensión lo supero.
Pero nada, el hombre seguía impertérrito, con el ojo pegado al ocular.
– Profesor, profesor, diga algo por favor – casi se desespero.
– ¿Qué?, ¿Qué? – respondió al fin, como si despertara de un sueño – ha sí, sí, es muy cómodo, una buena compra, la apruebo – sentencio acomodándose mejor en el mullido sillón de observación recientemente adquirido por el observatorio.
Si había que pasar noches enteras mirando el cielo era mejor hacerlo cómodamente.
– No, no, profesor ¿Qué opina de lo que ve? – casi grito el ayudante, presa de la desesperanza.
– Ahh, bueno – reacciono el profesor, pareciendo entender, para luego pedir – Si es tan amable y me trae una manta se lo agradeceré. Se está poniendo frio –
– Profesor, concentrese por favor – pidió casi entre lagrimas de impotencia – ¿Qué me dice de esa bola de fuego que parece venir hacia aquí? –
– Pues, eso, que si, efectivamente viene hacia aquí, sus cálculos son correctos. ¿me puede traer esa manta? –
– Pero, ¿Qué va a hacer? –
– Echar una siestita, el sillón está muy cómodo, verdaderamente –
– ¡Profesor! Esa bola de fuego puede ser el fin de la humanidad –
– Sí, así es, ya es tarde para todo, nada se puede hacer, asique ¿a qué preocuparse?... – y extendiendo la mano tomo la manta que el ayudante al fin le había traído. – Gracias, despiérteme cuando ya esté visible a ojo desnudo, será un espectáculo para no perderse. –
© Omar R. La Rosa
5/5/23 - Córdoba Argentina
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