viernes, 7 de junio de 2019

Osiris - Rex. (tan solo tomar una simple muestra) - Coleccion Lado Oscuro


Osiris – Rex

Llevaban eones girando en torno al sol, orbitando en las penumbras de los confines del sistema.
Ya eran pocos, pero no siempre había sido así, había habido una época en que estaban por todas partes, como semillas de diente de león esparcidas al aire
No había rincón del sistema solar que no recorrieran, habían llegado a él desde los confines del universo, de un lugar que ya no recordaban y se habían afincado allí.
Al principio eso era un paraíso para ellos, lleno de lugares nuevos que explorar y colonizar. Y eso había sido su perdición, la abundancia los reblandeció, las oportunidades fueron tentaciones y, ni bien los tiempos parecieron propensos, se lanzaron a sembrar los planetas.
La siembra fue al boleo como lo hacían los primitivos labradores, esparciendo semillas por todos lados, algunas cayeron en terreno fértil pero poco profundo, florecieron rápidamente en el suave manto superficial, pero no tenían donde echar raíces y murieron en cuanto el clima cambio. Otras tuvieron peor suerte, cayendo en ambientes abiertamente hostiles donde cualquier posibilidad de vivir resulto nula, muriendo algunas por frio, otros por calor, otros por radiación, agentes químicos…y un sinfín de etcéteras.
Pero hubo algunas, las menos, que lograron acertar a caer en la zona donde las temperaturas permiten el agua líquida, de estas las que cayeron en el planeta más cercano al sol fructificaron rápidamente, desenfrenadamente potenciando el embalamiento térmico del planeta, hasta que este se convirtió en un inmenso invernadero con temperaturas propicias para el plomo liquido, y plomo liquido no es lo mismo que agua líquida. En poco tiempo (contando el tiempo de acuerdo a la escala del universo) todas murieron y el planeta quedo convertido en un verdadero infierno difícil de revertir. Otras fueron a dar a un planeta más chico, en el límite exterior de la zona de habitabilidad, donde a duras penas lograron aferrarse…hasta que la pequeña masa del planeta y su errático comportamiento terminaron por perder la poca atmósfera que tenia, obligándolos a esconderse en los pocos lugares ocultos donde pudieron guarecerse. Por último otros impactaron sobre la desnuda roca del planetoide que órbita el tercer planeta de este sistema solar, donde perecieron indefectiblemente, pero otros, los que no impactaron con el satélite que protege al planeta, lograron llegar a la superficie y allí si dieron frutos perdurables.
Durante millones de años bombardearon el planeta en formación sembrándolo con sus identidades, trayendo el agua y el aire necesarios, colonizándolo, transformándolo.
De los primeros algunos cayeron en tierra seca, donde la ausencia de una adecuada protección los expuso a las mortales radiaciones que les llegaban del espacio. Cuando vivían allí, cuando aun no estaban activados, esto les era indistinto, pero una vez afincados, puestos en marcha, les era letal. Sin embargo otros tuvieron más suerte y cayeron en el mar…y el mar, ese mar que habían ayudado a formar los salvo, cubriéndolos con su protección, dejando pasar solo la radiación mínima necesaria para activar los cambios necesarios.
En el mar fructificaron y esa fructificación les permitió transformar la atmosfera del planeta, ayudando a rodearla del indispensable ozono que bloquea las radiaciones, esto, el paulatino apaciguamiento del sol, más tranquilo pasada su primera juventud y la estabilización del campo magnético permitieron que la vida abandonara el mar y conquistar la tierra, evolucionando hasta el momento actual en que esa vida, en los átomos de la especie dominante se aprontaba a abandonar la tierra y regresar al espacio…con los peligros que eso implica.
Los que quedaron afuera, los que no llegaron en las oleadas primigenias, vieron como poco a poco las puertas se les fueron cerrando. Eso no quiere decir que no intentaran entrar, tan solo que al llegar al planeta se vieron obligados a luchar contra su ya estabilizada atmósfera
en la que, si uno no entraba con el ángulo y la velocidad indicada, inevitablemente los calcinaba.
Los que estaban en los confines, los últimos, supieron esto y de apoco fueron desistiendo de iniciar el viaje. Al principio esperaban a que sus compañeros los vinieran a buscar, pero nadie vino, luego se hicieron a sí mismos una promesa, apoyarían a cualquiera que fuera hasta allí a buscarlos y los llevara al planeta…pero tampoco nadie vino.
Pasaron eones, y si bien desactivados no envejecían, su carácter si, y se fueron poniendo cada vez peor, hasta jurarse a sí mismos que destruirían a cualquiera que se atreviera a molestarlos.

Córdoba – Arg. 05 Junio 2019
Omar R. La Rosa
@ytusarg





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La sonda Osiris-Rex de la NASA descenderá hacia el asteroide Bennu y comenzará a orbitarlo a apenas un kilómetro y medio de la superficie. Nunca antes se había intentado una maniobra así, que depende de la fuerza de microgravedad que ejerce la roca, de apenas 500 metros de diámetro.
La inserción en órbita será uno de los primeros hitos para esta misión cuyo objetivo final es tocar el suelo del asteroide durante cinco segundos, aspirar una muestra de tierra y enviarla de vuelta a la Tierra en el año 2023.



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