sábado, 30 de marzo de 2019

Demora Real - fan fic del mdt



Demora Real

El hombre, caminando con aparente desinterés por el centro de Madrid, se detuvo momentáneamente frente a un puesto de diarios y leyó detenidamente los titulares.
Con distintos enfoques, cada uno de acuerdo a su filiación, todos daban cuenta de la demora que habían sufridos los reyes a su llegada a Buenos Aires. Alrededor de una hora habían estado demorados en el avión hasta que, según decían, consiguieran una escalera adecuada que les permitiera descender… y nada más.
Molesto marco un número en el móvil y preguntó.
-          ¿Qué ha pasado? – por su tono de voz más que una consulta era un reproche.
Un cuidadoso plan para boicotear el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española había fracasado y alguien debería dar cuenta de ello
Escucho atentamente la respuesta, luego corto y guardo el teléfono en su bolsillo. Parecía ser cierto, los mal nacidos del Ministerio del Tiempo estaban trabajando nuevamente
Luego de una breve duda marco otro número y ordeno que los agentes de México pusieran en marcha la operación “Disculpas”. No era mucho, un descabellado reclamo por cosas pasadas 500 años atrás no podía ser tomado muy en serio…pero ayudaría a distraer la atención por un tiempo, y disimularía este fracaso.
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-          Tomate el remedio Alonso – le urgió Amelia, indicándole que se trague la pastilla que le daba la enfermera del centro de salud donde estaban
-          ¿Qué me dais? – volvió a preguntar este desconfiado
-          Un “dramanine”, es para evitar cualquier posible mareo –
-          ¿Y porque me he de marear? ¿Es que los aviones son como barcos? –
-          Vamos macho tómatela y listo, ya Amelia se tomo la de ella y ahí la vez – se impaciento Pacino
Y se la tomo, pues afectaba a su honor parecer temeroso allí donde la dama no lo había sido.
Al cabo de casi tres horas de vuelo llegaron al aeropuerto internacional de Buenos Aires, en Ezeiza y, para su sorpresa, hicieron migraciones sin inconvenientes. Seguramente del ministerio habían estado trabajando.
Ya en la terminal del mismo el móvil de Amelia comenzó a sonar con el inconfundible tono del ministerio. Todos se miraron sorprendidos.
-           ¿Cómo puede ser que el móvil funcione fuera de España? – se pregunto la mujer
Luego de unos minutos, tras observar detenidamente los negocios de la terminal, Pacino arriesgo una respuesta
-          Pues, parece que “Telefónica” presta servicio aquí – dijo indicando hacia donde se veía un local de la prestadora.
-          Vamos, léelo a ver que dice –
Amelia leyó
-          Pues, nos piden que demoremos la llegada de los reyes – dijo bajando el móvil  
-          No entiendo -
Alonso la miro extrañado
-          ¿Qué importancia tiene eso? – cuestiono Alonso – Si la jefatura lo ordena se cumple y ya –
Y acto seguido salió en busca de un traslado hacia el Aeroparque metropolitano, ya que, según informaban del ministerio, a esa terminal llegarían los reyes.
Un tiempo más tarde, ya en la ciudad, se abocaron a la tarea de trazar un plan de acción, pero no era nada fácil pues tenían muy poca información y prácticamente desconocían el terreno.
-          Pues – aceptó Pacino – tendremos que hacerlo a la española  no más –
-          Improvisando – aclaro innecesariamente.
Diciendo y haciendo, caminaron hacia el sector militar, lugar a donde acababa de detenerse el Airbus de sus majestades.
Había gente de seguridad por todos lados, difícil seria acercarse al avión, el tiempo urgía ni bien los motores se detuvieran seria cuestión de minutos hasta que se abriera la portezuela de la aeronave y los reyes salieran por ella.
-          O se nos ocurre algo pronto o no podremos detenerlos – indico Pacino
-          ¿Y como bajaran de ahí?- cuestiono Amelia, con femenina lógica, haciendo notar la altura del avión.
-          Pues con lo mismo que se toma una torre – contesto impávido Alonso, y luego, ante la mirada inquisidora del grupo aclaró sin terminar la frase
-          Con una escalera…- y no dijo más. Dejando las palabras a medio terminar, salió corriendo hacia el lugar donde se veían varias escaleras.
Al cabo de unos minutos regreso caminando muy orondo haciendo con las manos un típico  gesto
-          Ya esta, solucionado – sentenció
-          Sin escalera no podrán bajar de allí– sentencio indicando la puerta del avión
-          ¿Qué has hecho Alonso? – le pregunto Amelia con una nota de alarma en la voz
-          Pues, he puesto a “dormir” al soldado encargado de mover las escaleras –
-          ¡Alonso! –
-          No te preocupes, he sido cuidadoso, en una media hora ya estará bien, calculo –
Efectivamente, los reyes debieron esperar casi una hora para poder descender del avión. De acuerdo a lo pedido por el ministerio.
El escribiente
@ytusarg
Córdoba – Argentina
30 Marzo 2019




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